Ajuste preciso de los parámetros de corte
Una vez estimado el requisito de nitrógeno, vale la pena examinar más de cerca los ajustes que influyen en el rendimiento del gas y la calidad de corte. Desde la presión de gas hasta la geometría de la tobera, los parámetros adecuados marcan una diferencia notable.
1. Presión del gas
La presión del gas debe coincidir tanto con el tipo como con el grosor del material. El acero inoxidable a menudo requiere ajustes entre 8 y 14 bar (116-203 psi). Para metales o polímeros más finos, una presión más baja puede ser suficiente. Tenga en cuenta que esta tendencia se invierte con el oxígeno, donde las láminas más finas a veces necesitan una presión más alta para la ignición.
2. Posición focal
La posición del punto focal del láser cambia en función del gas de asistencia. Al cortar con nitrógeno, el punto focal se suele establecer en la parte inferior del material. Esto favorece una expulsión eficiente del metal fundido. Con el oxígeno, el punto focal se desplaza más cerca de la superficie, dependiendo del grosor.
3. Diámetro de la boquilla
Dado que el caudal aumenta con el cuadrado del diámetro de la boquilla, incluso los ajustes menores pueden afectar significativamente al consumo de nitrógeno. Una boquilla ligeramente más grande podría permitir una presión más baja sin comprometer la calidad del gas y el coste a largo plazo.
4. Alineación de las boquillas
Las boquillas mal alineadas pueden degradar la calidad de corte. Para obtener bordes limpios y uniformes, el chorro de gas debe ser coaxial con el rayo láser. Una alineación correcta garantiza que el gas de asistencia proteja el haz y evacue el material fundido de forma eficaz. Dicho esto, ciertas configuraciones fuera del eje pueden ser beneficiosas en algun nicho de aplicaciones.
5. Distancia de separación
Este es el espacio entre la punta de la boquilla y la pieza. Una distancia de separación menor mejora elcaudal de gas y la precisión de corte. En la mayoría de los casos, debe ser inferior al diámetro de la boquilla. Las distancias más largas tienden a introducir turbulencias, lo que reduce la calidad del borde.