Los tres componentes clave de la norma ISO 8573-1
La norma ISO 8573-1 clasifica la pureza del aire en tres componentes fundamentales: Partículas sólidas, agua y aceite. Cada categoría tiene clases específicas que definen los niveles de concentración de estos contaminantes, y proporcionan un marco claro para mantener la calidad del aire en los sistemas de aire comprimido.
1. Partículas sólidas
Esta categoría aborda la concentración de partículas sólidas en el aire, que pueden variar desde pequeñas partículas de polvo microscópicas hasta desechos más significativos. La norma define varias clases de tamaño y concentración de partículas, medidas en micras y el número de partículas por metro cúbico de aire. Por ejemplo, la Clase 1 especifica un tamaño de partícula de 0,1 a 0,5 micras con un límite de concentración, mientras que la Clase 5 permite partículas más grandes con una concentración más alta. El cumplimiento de estas clases es crucial en aplicaciones en las que incluso las partículas más pequeñas pueden causar una contaminación significativa del producto o daños en los equipos de precisión.
2. Agua
El agua presente en el aire comprimido puede existir de varias formas: Vapor, líquido o aerosol. La norma ISO 8573-1 clasifica el contenido de agua en función del punto de rocío, que es la temperatura a la que el aire se satura y el vapor de agua comienza a condensarse en líquido. Las clases van desde un punto de rocío más bajo, que indica un aire más seco, a un punto de rocío más alto, lo que significa más humedad. Por ejemplo, la Clase 1 requiere un punto de rocío a presión (PDP) de -70 °C o inferior, adecuado para entornos en los que la humedad puede afectar gravemente a la calidad del producto o provocar congelación en los controles neumáticos.
3. Aceite
El contenido de aceite en el aire comprimido se contempla tanto en forma líquida como en forma de vapor de aceite. Esta categoría es fundamental porque la contaminación por aceite puede degradar la calidad del producto, dañar los equipos y plantear riesgos para la salud. La norma especifica las clases basadas en la concentración de aceite (incluidos el aerosol de aceite, el vapor y el líquido) medida en miligramos por metro cúbico. Por ejemplo, la Clase 0 representa el mayor nivel de pureza con el menor contenido de aceite, esencial para sectores como los farmacéuticos y la elaboración de alimentos o bebidas, en los que incluso las trazas de aceite pueden ser inaceptables.
Al cumplir estas especificaciones detalladas de cada categoría, las industrias pueden garantizar que sus sistemas de aire comprimido cumplen las normas más estrictas de pureza y eficiencia, como se indica en la ISO 8573-1. Este cumplimiento no se trata solo de un formalismo, sino de un compromiso con la calidad, la seguridad y la excelencia operativa.