Dado que el aire ambiente que nos rodea nunca está perfectamente seco, siempre hay humedad en el aire comprimido. En volumen total, esta humedad es el contaminante más prominente con el que tiene que lidiar. Si no se trata, puede causar problemas graves y costosos en su sistema de aire comprimido, sus procesos de producción e incluso sus productos finales. La humedad entra en el sistema a través de la entrada en forma de vapor de agua. Esto lo convierte en lo que se conoce como «contaminante atmosférico». Durante el proceso de compresión, el vapor se convierte en condensado. La cantidad de humedad que se acumula en el aire comprimido depende de una variedad de factores. Por ejemplo, si la sala de compresores está especialmente caliente y húmeda, el contenido de agua aumenta. Y las instalaciones cercanas al océano también son problemáticas porque allí el aire de admisión también contiene sal. 

Sería fácil decir: «Es solo agua, ¿cuál es el problema?», pero sería un error muy costoso porque el condensado en su sistema de aire comprimido puede causar daños reales. Todo empieza con su equipo y sus tuberías. El condensado no tratado puede provocar corrosión. Cuando esto sucede, pequeñas partículas de óxido pueden soltarse, contaminar el aire y, a continuación, causar más daños en sus herramientas y equipos posteriores. Y en invierno, el agua de las tuberías puede congelarse, lo que puede dañar las líneas de control. Por supuesto, todos estos problemas pueden acortar la vida útil del equipo y aumentar los costes de mantenimiento. Y eso no es lo peor de todo. 

Aunque el agua mantiene la vida en nuestro planeta, puede causar muchos daños en los sistemas de aire comprimido. Esto se aplica especialmente a determinados productos y sustancias. Tome prácticamente cualquier polvo, como muchos de los que se utilizan en la industria alimentaria. Mezclalos con agua y se volverán grumosos. Si es harina, podría quedar inutilizable. El azúcar se convierte en un desorden pegajoso.

En cualquier caso, los clientes no apreciarán lo que encontrarán cuando abran el envase. Un problema aún más grave es que la humedad del aire comprimido puede provocar el crecimiento de microorganismos, como bacterias. Esto es especialmente preocupante cuando se trata de la fabricación de productos que se ingieren. Esto incluye el sector de la alimentación y las bebidas, así como la industria farmacéutica, dondeestos microorganismos pueden tener un gran impacto en la calidad y la seguridad de los productos.

Esto puede dañar a los consumidores y provocar costosas paradas de producción, retiradas de productos o demandas legales.

Aunque los peligros de la humedad en su aire comprimido son graves, las tecnologías de tratamiento adecuadas le permiten eliminar todos estos riesgos.

Echemos un vistazo a las opciones y al equipo que tiene a su disposición y a cómo funciona. Es importante tener en cuenta que este tipo de tratamiento del aire tiene un coste. Sin embargo, este coste es inferior al de no tratar el aire. Aún así, debe conocer sus requisitos específicos de aire comprimido para optimizar su inversión y reducir los gastos operativos. 

Refrigeradores posteriores
Los refrigeradores posteriores reducen la temperatura del aire comprimido para que la humedad se condense. Esto conduce a la formación de gotas de agua que pueden recogerse y drenarse con un separador de agua. 

Secadores
Los secadores de aire comprimido desempeñan un papel clave en cualquier estrategia de tratamiento del aire. Pueden instalarse en diferentes puntos de su sistema y eliminar eficazmente la humedad. Sin embargo, es importante utilizar modelos eficientes y encontrar el tipo adecuado de secadores. Dependiendo de sus necesidades de calidad del aire, puede elegir entre secadores de aire frigoríficos, secadores de adsorción y secadores de membrana. 

Filtros
Hay filtros para todo tipo de contaminantes y puede instalarlos en todo su sistema. Algunos de ellos están diseñados específicamente para eliminar la humedad. Una vez más, depende de la calidad del aire que espere lograr.