La capacidad de producir nitrógeno bajo demanda, con la pureza y presión adecuadas, es inestimable en una amplia gama de industrias. Tanto si se utiliza para mejorar la calidad del producto, proteger los materiales o aumentar la producción, la generación de nitrógeno in situ ofrece ventajas prácticas adaptadas a cada aplicación.
Impresión 3D
En la fabricación aditiva, el nitrógeno se utiliza para crear entornos inertes que evitan la oxidación durante la impresión, especialmente con metales reactivos como el titanio y el aluminio. La generación de nitrógeno in situ ofrece una calidad de gas constante, lo que permite obtener acabados de superficie más suaves, piezas finales más resistentes y un mayor control del proceso para impresiones de alto rendimiento.
Corte por láser y fabricación de piezas metálicas
En el corte por láser, el nitrógeno se utiliza como gas auxiliar para evitar la oxidación y lograr cortes limpios y precisos, especialmente en acero inoxidable y aluminio. La generación in situ garantiza un flujo constante e ininterrumpido de nitrógeno de alta pureza, evitando las paradas de producción cuando se vacían las botellas o cuando las entregas se retrasan.
Cervecerías y producción de cerveza
El nitrógeno desempeña un papel clave en la elaboración moderna de cerveza, no solo para purgar los depósitos e inertizarlos para el almacenamiento, sino también en el envasado, donde ayuda a proteger el sabor y la carbonatación. Al generar nitrógeno in situ, las fábricas de cerveza pueden eliminar la dependencia de las entregas y producir gas homogéneo de grado alimentario para cada etapa de la producción.
Productos farmacéuticos y laboratorios
En los entornos farmacéuticos y de laboratorio, el nitrógeno desempeña un papel importante en el envasado, la inertización, el secado y para los instrumentos analíticos. La generación in situ garantiza un suministro constante y fiable que cumple con los estrictos requisitos de calidad, a la vez que reduce los riesgos de seguridad relacionados con la manipulación y la entrega.
Las bodegas
utilizan nitrógeno para inertizar durante la fermentación, para el envasado, el embotellado y el almacenamiento en cubas, pasos esenciales para preservar el aroma y evitar la oxidación. La generación de nitrógeno in situ garantiza un suministro continuo y delicado de gas para proteger la integridad del vino, a la vez que reduce los costes y la dependencia de proveedores externos.
Pintura por pulverización y acabado de superficies
El nitrógeno se utiliza cada vez más en aplicaciones de pintura por pulverización para mejorar la atomización y la consistencia del recubrimiento. Ayuda a lograr un patrón de pulverización más uniforme, reduce la sobrepulverización y mejora la eficiencia de transferencia. La generación in situ ofrece un suministro constante de nitrógeno limpio y seco, ideal para acabados de alta gama en recubrimientos automotrices, aeroespaciales e industriales.